Lucir una piel radiante es una poderosa arma de belleza y la clave para verte siempre joven. Tu piel es una increíble membrana que protege a todo tu cuerpo y te permite relacionarte con el exterior, tiene la capacidad de regenerarse periódicamente y puede ser muy fuerte, aquí te dejamos 20 tips que te pueden ayudar a lucir radiante:
1. Periódicamente exfolia la piel de todo tu cuerpo. Puedes hacer esto en la ducha con ayuda de un guante exfoliador o una mascarilla natural de azúcar de cristales gruesos y acondicionador de cabello. Frota toda tu piel con movimientos circulares para remover la piel muerta.
2. Cuídala cada mañana con una buena crema humectante.
3. Cada 15 días prepara en casa una mascarilla de gelatina natural para remover los puntos negros de tu rostro. Sólo tienes que disolver la gelatina sin sabor de manera que quede muy concentrada en poca agua, aplicar la mezcla en tu cara y esperar a que se seque; luego, retirar con cuidado para librarte de estos molestos puntitos.
4. Cada noche limpia tu cara con un tónico o simplemente enjuágala con agua tibia para eliminar la contaminación que tus poros absorbieron durante el día.
5. Cuídala con protector solar. Los rayos solares son uno de los factores que más deteriora nuestra piel arrugándola, manchándola e incluso provocándole cáncer.
6. Bebe mucha agua. Hidratarte bien afecta directamente la elasticidad y pureza de tu piel.
7. 2 o 3 veces por semana, antes de dormir, aplica un poco de pulpa de aloe vera en el contorno de tus ojos y alrededor de tu boca. Esta receta natural ayuda enormemente a prevenir arrugas y marcas pronunciadas de los gestos faciales.
8. Libérate del estrés. No hay nada más dañino para tu piel que la ansiedad. Relájate, tu piel te lo agradecerá.
9. Desmaquíllate. Siempre que te embellezcas con algo de maquillaje, recuerda removerlo de tu rostro. Si no lo haces, el maquillaje tapará tus poros y no permitirá que se produzcan y absorban vitaminas naturales esenciales para la salud de la piel.
10. Al menos una vez al mes mezcla en tu licuadora un poco de remolacha, el zumo de una naranja, una zanahoria, una manzana roja, medio pepino y un poco de apio. Bebe este batido que le ayuda a tu piel a hidratarse y liberar toxinas.
11. Ejercítate. Nada mejor que sudar y activar tu metabolismo para que todos los procesos asociados a la renovación de tu piel se activen.
12. Cada 15 días exfolia suavemente la piel de tu rostro con una crema exfoliante o con un poco de yogurt natural y azúcar de cristales finos. Con pequeños movimientos circulares unta esta mezcla en todo tu rostro para remover la piel muerta.
13. Duerme lo suficiente. Cuando duermes tus células se regeneran y tu piel recobra elasticidad y firmeza. Cuídala dándole el descanso que se merece.
14. Cada cierto tiempo aplica una mascarilla casera para embellecerla. Si tienes piel grasa usa avena humedecida; si tienes piel seca usa aguacate; si tienes piel mixta usa papaya y miel.
15. Consume biotina. Esta vitamina favorece los procesos de regeneración celular y la renovación de tu piel. Toma una cápsula cada mañana y verás cómo tus poros, uñas y cabello se llenan de vitalidad
16. Elimina la grasa extra de la zona "T" de tu rostro (frente y nariz) aplicando un poco de mascarilla de barro. Si tienes piel grasa, repite regularmente este procedimiento.
17. El pepino: tu aliado. No en vano siempre que vemos imágenes de belleza facial aparece una mujer con rodajas de pepino en los ojos. Este alimento es realmente hidratante, úsalo en todo tu rostro para devolverle vida y frescura a tu piel.
18. Elimina ojeras y bolsas bajo los ojos ubicando bolsas de té húmedas y tibias dos veces por semana sobre tus párpados y en la zona del contorno de tus ojos.
19. Cuídate de no rocear perfume en tu rostro. Las fragancias que usas para tener un aroma irresistible tienen ingredientes que pueden envejecer o manchar tu rostro si lo salpicas con regularidad.
20. Usa maquillaje de calidad. Si tienes una rutina de maquillaje a diario, piensa muy bien en los productos que utilizas. Cada una de las sustancias que aplicas en tu cara es absorbida por tus poros.
Si su bebé llora por más de 3 horas al día, podría tener cólicos.Si usted tiene un bebé con cólicos, no está solo. Uno de cada 5 bebés llora tanto que las personas entienden que tienen problemas de cólicos. Estos generalmente comienzan cuando los bebés tienen aproximadamente 3 semanas de nacidos y empeoran cuando tienen entre 4 y 6 semanas de edad. La mayoría de las veces, los bebés con cólicos comienzan a mejorar después de 6 semanas de nacidos y mejoran por completo cuando tienen 12 semanas de edad.
Un cólico normalmente comienza más o menos a la misma hora todos los días. Los bebés con cólico generalmente son más melindrosos a comienzos de la noche.
Los síntomas de cólicos con frecuencia comienzan repentinamente. Las manos del bebé pueden formar un puño. Las piernas pueden encogerse y el vientre puede parecer hinchado. El llanto puede durar desde minutos hasta horas y a menudo se calma cuando el bebé está cansado o cuando elimina gases o heces.
Aunque pareciera que los bebés con cólicos tuvieran dolor de estómago, comen bien y aumentan de peso normalmente.
Las causas de los cólicos pueden incluir cualquiera de los siguientes:
Los alimentos que pasan a través de la leche materna a su bebé pueden desencadenar cólicos. Si su bebé tiene cólico y usted está amamantando, evite comer o beber los siguientes alimentos durante unas semanas para ver si eso ayuda.
Algunas madres lactantes evitan comer brócoli, repollo, frijoles y otros alimentos productores de gases; sin embargo, las investigaciones no han demostrado que estos alimentos puedan tener un efecto negativo en su bebé.
Otros posibles desencadenantes incluyen:
Una catarata ocurre cuando el cristalino (el “lente” del ojo) se nubla, afectando la visión. La mayoría de las cataratas están relacionadas con el envejecimiento. Las cataratas son muy comunes en las personas mayores. Cuando llegan a los 75 años de edad,La catarata puede ocurrir en uno o en ambos ojos. La catarata no se transmite de un ojo al otro.
El cristalino es la parte clara del ojo que ayuda a enfocar la luz, o una imagen, sobre la retina. La retina es el tejido sensible a la luz situado en el fondo del ojo.
Las cataratas relacionadas con la edad se desarrollan de dos maneras:
El cristalino está compuesto en su mayoría por agua y proteína. Cuando esta proteína se acumula, nubla el cristalino disminuyendo la luz que llega a la retina. La opacidad puede ser tan severa que hace borrosa la visión. La mayoría de las cataratas relacionadas con la edad se desarrollan debido a las acumulaciones de proteína.
Cuando la catarata está pequeña, la opacidad afecta solamente una pequeña porción del cristalino. Quizás usted no note ningún cambio en su visión. Las cataratas tienden a “crecer” lentamente, así que la visión se deteriora gradualmente. Con el tiempo, el área opaca del cristalino se puede agrandar y la catarata puede aumentar de tamaño. La visión se dificulta, haciéndose más opaca o más borrosa.
Cuando el cristalino transparente poco a poco adquiere color con la edad, su visión puede lentamente ir adquiriendo un tinte marrón. Al principio, la cantidad del tinte puede ser poca, sin causar problemas con la visión. Con el tiempo, el tinte se intensifica y puede hacer más difícil leer y hacer otras actividades rutinarias. Este cambio gradual en la cantidad del tinte no afecta la claridad de la imagen transmitida a la retina.
Si usted tiene una decoloración avanzada del cristalino, quizás no pueda identificar los tonos azulados y morados. Por ejemplo, usted puede creer que tiene puesto un par de calcetines negros y no se dará cuenta que son morados hasta que sus amigos se lo digan.
El riesgo de cataratas aumenta al envejecer. Otros factores de riesgo para las cataratas son:
Los síntomas más comunes de una catarata son:
Estos síntomas también pueden ser señales de otros problemas en los ojos. Si usted tiene cualquiera de estos síntomas, consulte con su médico especialista.
La anemia es una afección que se caracteriza por la falta de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo. Si tienes anemia, es probable que te sientas cansado y fatigado.
La anemia puede ser temporal o prolongada, y puede variar entre leve y grave.
Los tratamientos para la anemia varían desde la toma de suplementos hasta la realización de procedimientos médicos. Es posible que puedas evitar algunos tipos de anemia si sigues una dieta saludable y variada.
Los signos y síntomas de la anemia varían según la causa de la afección. Algunos de ellos son:
Al principio, la anemia puede ser leve y pasar inadvertida. No obstante, los síntomas empeoran a medida que la anemia empeora.
Algunos de los diferentes tipos de anemia y sus causas son:
Anemia por deficiencia de hierro. Este es el tipo más frecuente de anemia en todo el mundo. La causa de la anemia ferropénica es una escasez de hierro en el cuerpo. La médula ósea necesita hierro para producir hemoglobina. Sin la cantidad adecuada de hierro, el cuerpo no puede producir hemoglobina suficiente para los glóbulos rojos.
Este tipo de anemia suele presentarse en muchas mujeres embarazadas que no toman suplementos de hierro. También ocurre por pérdida de sangre, como sangrado menstrual importante, úlceras, cáncer y uso periódico de algunos analgésicos de venta libre, especialmente la aspirina.
Anemia por deficiencia de vitaminas. Además de hierro, el cuerpo necesita ácido fólico y vitamina B-12 para producir suficientes glóbulos rojos sanos. Una dieta sin una cantidad suficiente de estos y otros nutrientes clave puede provocar una disminución en la producción de glóbulos rojos.
Asimismo, es posible que algunas personas consuman suficiente B-12, pero sus cuerpos no puedan procesar la vitamina. Esto puede generar anemia por deficiencia de vitaminas, también conocida como «anemia perniciosa».
Estos factores aumentan tu riesgo de anemia:
Afecciones crónicas. Si tienes cáncer, insuficiencia renal u otra afección crónica, tendrás riesgo de anemia por enfermedad crónica. Estas afecciones pueden causar la disminución de los glóbulos rojos.
La pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera o por otra causa puede consumir todo la reserva de hierro del cuerpo y transformarse en una anemia por deficiencia de hierro.
Cuando la anemia no se trata, puede ocasionar muchos problemas de salud, tales como:
Hay muchos tipos de anemia que no pueden evitarse. No obstante, la anemia ferropénica y las anemias por deficiencia de vitaminas pueden evitarse mediante una dieta que incluya una variedad de vitaminas y nutrientes, entre ellos: