La piel es un órgano muy importante para nuestra salud y bienestar, pero en muchas ocasiones no la cuidamos con el cariño que se merece.
Para que no te olvides de su importancia, vamos a darte unos consejos para que aprendas a cuidar tu piel: la facial y la corporal.
LIMPIEZA DIARIA
Sin una limpieza adecuada, los poros pueden obstruirse y los productos cosméticos que apliquemos no podrán actuar adecuadamente, por lo que no resultarán eficaces.
Es muy importante retirar a diario los restos de sebo, suciedad, polución, productos aplicados y los propios productos de deshecho de la piel.
HIDRATACIÓN DIARIA
Para que la piel esté sana y pueda realizar todas sus funciones es imprescindible que esté correctamente hidratada.
Utiliza sérums y cremas adecuadas a las características de tu piel dos veces al día, que cubran sus necesidades tanto de agua como de lípidos. A la hora de aplicarlas lo ideal sería hacerlo al tiempo que realizamos un pequeño masaje con ambas manos.
CONTORNO DE OJOS
Es una zona con una piel mucho más sensible, fina y delicada, así que necesita cuidados con productos específicos. Debes aplicarlos dos veces al día, a suaves toques con los dedos por encima del hueso orbital.
LABIOS Y NARIZ
Los labios son una de las zonas más olvidadas del rostro y sólo nos acordamos de ellos cuando se agrietan y nos molestan.
LABIOS Y NARIZ
Los labios son una de las zonas más olvidadas del rostro y sólo nos acordamos de ellos cuando se PROTECCIÓN SOLAR
Debe emplearse a diario, en verano y en invierno, no sólo cuando vayas a la playa. Utiliza un producto con un índice de protección alto y una textura que te resulte cómoda y se adapte a tu ritmo de vida, para que no te resulte difícil incorporarlo a tu rutina diaria y aplicarlo regularmente. agrietan y nos molestan.
CUIDADOS SEMANALES
Como complemento a los cuidados de la rutina diaria, debemos realizar una rutina semanal que incluya:
EXFOLIACIÓN
La frecuencia de uso de un exfoliante depende del tipo de piel. Para pieles secas puede ser suficiente con una vez a la semana o cada dos semanas, pero en las pieles más grasas resulta adecuado aumentar la frecuencia a dos veces por semana.
Como ya sabes, la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y cumple funciones muy importantes.
La piel nos protege de las agresiones externas, de patógenos, alérgenos y toxinas
Mantiene la temperatura, defendiéndonos tanto del excesivo frío como del excesivo calor
Evita la pérdida de agua y la deshidratación
Nos ayuda a relacionarnos con el medio externo gracias a los receptores sensoriales.